1. Crianza artificial del cordero
Para criar un cordero de una raza lechera, ya sea aislado por
completo de la madre (crianza artificial), ya sea en el sistema en el cual los
corderos se reúnen con las madres después del ordeñe, un sistema que
podríamos denominar semiartificial, es indispensable que se cumplan 3
condiciones previas: a) que estén identificadas (caravaneadas) las madres,
b) que estén identificados los corderos, y c) que se los pese
semanalmente.
Se los pesa al nacer y se los identifica adecuadamente
Desde el punto de vista sanitario, los pasos a seguir son los
siguientes:
1ª semana: Levamisol 1 ml cada 10 kg de peso vía subcutánea
2ª semana: Shock vitamínico ADE vía intramuscular + vacuna
Neumoenteritis (NE)
3ª semana: vacuna Ectima contagioso
4ª.semana: Ivermectina 1 ml cada 30 kg de peso vía subcutánea +
vacuna NE
6ª.semana: vacuna Clostridiosis
8ª.semana: Shock vitamínico ADE
DESTETAR
9ª semana: 2ª vacuna Clostridiosis
10ª semana: Closantel oral o inyectable
2. Vacunaciones de la oveja lechera
Todos los ovinos deben ser vacunados dos veces por año contra las
clostridiosis, un grupo de enfermedades causadas por gérmenes
anaerobios del género clostridium, dentro de las cuales las más conocidas
son la mancha, la gangrena gaseosa, la enterotoxemia, el edema maligno,
la hepatitis necrótica infecciosa, y el tétanos. Estas enfermedades están
ampliamente distribuidas por todo el país, y son causa de muerte en pocas
horas, sin posibilidades de tratamiento. Se deben utilizar vacunas
nacionales, elaboradas con cepas obtenidas de lanares, es decir vacunas
elaboradas para ser utilizadas en ovinos. El cordero que recibe su
primovacunación debe ser revacunado 3 o 4 semanas más tarde. La
vacunación más importante de la oveja es la que se le debe dar cuando
está en el último tercio de la preñez.
Hay que usar agujas cortas y el sitio de aplicación debe ser estrictamente
subcutáneo, detrás de la paleta, o en el cuello, o en la cara interna del
muslo, evitando pinchar músculos.
Al comienzo de la primavera, todos los ovinos mayores de 4 meses
de edad deben ser vacunados contra el carbunco, una enfermedad aguda,
mortal, causada por Bacillus anthraxis, otra enfermedad que no nos da
tiempo a tratarla, porque es causante de muerte súbita.
Las ovejas preñadas conviene que sean vacunadas contra la
Neumoenteritis, para que el cordero adquiera inmunidad cuando tome el
calostro de la madre, el que debe ser ingerido dentro de las primeras 12 o
18 horas de nacido. Este complejo de enfermedades víricas y bacterianas
causan neumonía o diarreas en los corderos, y pueden ser un problema
serio, pero lamentablemente no existen en el país vacunas contra
neumoenteritis para lanares, por lo que hay que usar las de vacunos, que
ayudan a proteger, pero no brindan una segura protección. Si la madre no
fue vacunada, conviene vacunar al cordero en la 2ª. y en la 4ª semana de
vida.
Otras vacunas para ovinos que existen en nuestro medio (pietín,
queratoconjuntivitis, étc) no brindan suficiente protección, por lo tanto
pueden ser una herramienta terapéutica pero no pueden formar parte de
un calendario sanitario.
3. Desparasitaciones: estratégicas o terapéuticas?
No es posible diseñar un calendario de desparasitaciones, porque
las parasitosis se presentan cuando existen las condiciones ambientales
adecuadas para ellas. Cada parásito tiene su propia biología, y se
desarrolla e intenta ingresar a los animales cuando las condiciones son
propicias, o, por el contrario, cuando las condiciones son adversas, como
en el invierno y en el verano, puede adoptar formas de resistencia en el
ambiente o dentro del mismo animal. Las desparasitaciones a ciegas, sin
diagnóstico, denominadas estratégicas, han conducido a un problema muy
serio, que es el de la resistencia antihelmíntica, es decir que los parásitos
se han hecho resistentes a los antiparasitarios utilizados, y por lo tanto los
tratamientos no dan resultado. El productor tiene que acudir a su
veterinario y realizar análisis coproparasitológicos, que incluyen el
recuento de huevos por gramo (hpg), previos y posteriores a la
dosificación, para chequear el resultado del tratamiento. A su vez, el
veterinario está capacitado para recomendarle el antiparasitario adecuado
para cada caso, y para verificar su eficiencia.
Además, una ayuda muy valiosa son las necropsias que se hagan de
los animales muertos, tanto sea para consumo como por enfermedad.
Estas autopsias deben ser hechas por técnicos especializados.
Deben dejarse de lado las desparasitaciones a ciegas, y adoptar los
tratamientos terapéuticos adecuados. En el caso de las ovejas lecheras, es
muy importante tener en cuenta y respetar el período de tiempo durante
el cual la leche no puede ser destinada a consumo humano, por ejemplo
con ivermectina son 14 días y con closantel son 30 días, por lo que hay
que buscar el consejo profesional antes de decidirse por un tratamiento.
4. El problema de las lesiones solares
La raza lechera más difundida en nuestro país, la raza Frisona
Argentina, originaria de la raza alemana Milchschaff, se ve afectada por las
radiaciones solares, y presenta con frecuencia lesiones de gravedad
variable, desde una simple dermatitis solar hasta el temible y maligno
carcinoma de células escamosas, causante de grandes deformaciones en
la cara o en la ubre de la oveja, y que obligan a su descarte o sacrificio, en
caso de no ser tratadas a tiempo. La Raza PAMPINTA, por ser descenciente de la Frisona corre los mismos riesgos. El personal debe ser entrenado para que
advierta tempranamente estas lesiones y dé aviso al veterinario, que debe
proceder a la extirpación radical de la lesión.
Lamentablemente no existe una prevención eficaz de este
trastorno, por lo que los animales deben ser protegidos de las radiaciones
solares por medio de tinglados, sombras, medias sombras o arboledas,
especialmente en verano, y desde las 11 hasta las 16 horas.
La única solución a este problema es la selección, es decir ir
eliminando las ovejas sensibles, y quedarnos con las resistentes y sus hijos
e hijas. Las ovejas más resistentes son las que tienen la cara con la piel
oscura, o con manchas negras.
5. Sanidad de la ubre
Para que la ubre produzca una leche de buena calidad, debe estar
en buenas condiciones sanitarias. La verificación de la salud mamaria se
debe practicar mensualmente con sencillos análisis de la leche como el
California Mastitis Test (CMT), que nos permite detectar las mastitis
subclínicas, es decir no evidentes, y que son causantes de la mayor
disminución de la producción lechera. Para prevenir las mastitis, hay una
serie de recomendaciones internacionales muy conocidas y sencillas
Verificar el buen funcionamiento de la máquina de ordeñar
Escurrir antes de ordeñar ( o sea, descartar los primeros chorros)
Si lava la ubre, hay que secarla.
Masajear la ubre antes de ordeñarla
No sobreordeñar
Realizar periódicos análisis de la calidad de la leche
Sellar los pezones al terminar el ordeñe
Realizar antibioticoterapia al secado
6. Sanidad de las patas
Un punto fundamental es la buena salud de las patas de la oveja,
porque debe caminar diariamente considerables distancias hacia y desde
el tambo. Las ovejas deben ser despezuñadas al menos dos veces al año,
en el período de secas, muy especialmente si ha habido brotes de una
temible enfermedad ovina, que es el pietín. Esta enfermedad se presenta
en los veranos húmedos y lluviosos, y cuando contamina un potrero, es
muy dificil de controlar y de eliminar. No existe una prevención eficaz,
salvo la de rotar las ovejas siempre hacia potreros que no hayan tenido
lanares en los últimos 30 días, recortar pezuñas al comienzo de la
primavera, y suministrarle a las ovejas ciertos minerales que ayudan a
mantener la salud podal, cual son el zinc y el cobre. Estos minerales se
pueden administrar en forma oral o inyectable.
El mejor modo de controlar un brote de pietín es detectar precozmente el
animal enfermo. aislarlo y tratarlo de inmediato, con un severo recorte de
la pezuña y tratamientos locales, antibióticos inyectables, y vendajes. El
total de la majada debe pasar por pediluvios con alguna de estas sales:
sulfato de cobre, sulfato de zinc, formol, étc.
Dadas las consecuencias que puede tener un brote de pietín en una
explotación ovina, es muy importante que el encargado avise
inmediatamente, los animales sean revisados por un veterinario experto, y
los enfermos sean aislados del resto de los animales, y que no caminen
por otros potreros, ya que son los difusores de la enfermedad. También
son peligrosos los ingresos de animales de otros campos contaminados,
por lo que conviene establecer periodos de cuarentena y observación en
aislamiento de los nuevos animales, y averiguar los antecedentes con
gente de confianza
7. Sanidad de los carneros
Los carneros tienen gran importancia porque son padres de un gran
número de nuestros animales, por eso se los elige cuidadosamente y se
los cuida mucho. Deben ser vacunados al mismo tiempo que las ovejas,
con una dosis mayor, relacionada a su mayor peso, y con las vacunas que
se usaron para las ovejas, excepto la de neumoenteritis. Durante la
temporada reproductiva tienen mucho trabajo y mucho desgaste de
energía, por lo que conviene darles alimentación extra, en forma de
concentrados. Nunca se les debe dar maíz ni sorgo, ni alimento
balanceado corriente, porque les pueden inducir la formación de
obstrucciones urinarias, llamadas urolitiasis obstructivas. De no contar
con un alimento balanceado formulado especialmente para carneros, cosa
no habitual, entonces se debe usar avena o cebada entera o achatada
para darle a los carneros durante la temporada reproductiva.
Como suplemento mineral, es beneficioso darles Selenio y Fósforo,
dos minerales que benefician la función reproductiva de los carneros.
Conclusión
En medicina veterinaria ovina, y también caprina, es fundamental la
prevención, porque estos animales, cuando se muestran enfermos, suele
ser demasiado tarde como para hacer algo. Debe trazarse un buen plan
sanitario en coordinación con un veterinario que asesore y se apoye en
laboratorios de diagnóstico. Es muy importante el entrenamiento y la
colaboración del encargado de los animales, que debe informar enseguida
de cualquier hecho que permita inferir que uno o varios animales están
enfermos.Bibliografia
Aitken ID y Martin WB. Diseases of sheep. Blackwell Scientific Publications.
Second Ed, (1991).
Bonino Morlan Jorge Enfermedades de los Lanares. Ed. Hemisferio
Sur.(1993)
Mareco Gonzalo Clínica Ovina y Caprina. Ed . Conrado (1996)
Smith MC y Sherman DM. Goat Medicine. Lea y Febiger, 1994.
Dr.Gonzalo Mareco
Facultad de Ciencias Veterinarias
Universidad de Buenos Aires
gmareco2000@yahoo.com.ar